miércoles, 17 de agosto de 2011

BÉLMEZ



Pasado Peñarroya-Pueblonuevo, cuyo paisaje conserva aún los restos de su actividad minera, se encuentra la localidad de Bélmez.
Desde la carretera y a cierta distancia, lo que más llama la atención de este pueblo cordobés es el aislado promontorio cuya cima alberga el castillo desde el que se domina toda la zona y al amparo del cual se formó esta localidad tras la reconquista.
Esta localidad tuvo a principios del siglo XX una fortísima inmigración por el descubrimiento de las posibilidades carboníferas que caracterizan a su término municipal.
Hoy, la gran costumbre de Bélmez es el “día de los tomillos”, que se celebra el día 19 de enero, en la que se va a la sierra cercana a recoger manojos de tomillos, que son llevados hasta la puertas de sus casas, a los cruces de calles o plazas, donde se amontonan hasta el toque de ánimas, momento en el que se les prende fuego y, alrededor de estas candelas, se canta, se baila y se juega.


Peñarroya-Pueblonuevo past, where the landscape still retains remnants of its mining industry, lies the town of Bélmez.
From the road some distance, the most striking of these people is the isolated hill Cordoba top of which houses the castle from which dominates the area andunder cover of which this town was formed after the reconquest.
This town was in the early twentieth century a very strong immigration by the discovery of the possibilities that characterize coal municipality.
Today, the great habit of Bélmez is the "day of the screws," which is celebrated on January 19, which goes to the mountains nearby to pick bunches of thyme, which are brought to their doorsteps, to cross streets or squares, which are piled up to touch souls, at which time they were on fire, and around these candles, singing, dancing and playing.

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